En la actualidad, las empresas se enfrentan a una nueva generación de trabajadores con expectativas y necesidades diversas, y esto plantea desafíos únicos en la retención y atracción de talento. Los millennials y la generación Z han ingresado al mercado laboral con una nueva lista de prioridades y preocupaciones, que van más allá de un salario competitivo. Estas generaciones buscan un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal, flexibilidad, oportunidades de desarrollo personal y profesional, y un fuerte compromiso con la responsabilidad social y el bienestar familiar. Este nuevo paradigma laboral obliga a las empresas a repensar sus estrategias y adaptarse a esta nueva realidad.
Los retos de retener y atraer talento
El primer reto al que se enfrentan las empresas es comprender y aceptar que las reglas de juego han cambiado. La lealtad a las empresas ha disminuido en las últimas décadas. Los trabajadores de hoy están dispuestos a cambiar de trabajo si no se satisfacen sus expectativas o si se les presenta una mejor oportunidad. Este cambio de mentalidad ha llevado a las empresas a invertir más en sus trabajadores, no sólo en términos de salarios, sino también en términos de crecimiento y desarrollo personal y profesional.
La demanda de un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es otro desafío para las empresas. En la era de la digitalización y la globalización, la línea entre el trabajo y la vida personal se ha desdibujado. Las nuevas generaciones, sin embargo, buscan un equilibrio, priorizando el tiempo para el ocio, la familia, la salud mental y física.
Otro reto es el deseo de estas generaciones por trabajar en empresas que están comprometidas con la responsabilidad social y ambiental. Quieren ser parte de empresas que se preocupan por el impacto que tienen en la sociedad y en el mundo en general. No quieren ser simplemente una pieza en la maquinaria corporativa, sino contribuir a un propósito mayor.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Las empresas deben estar dispuestas a evolucionar y adaptarse a las nuevas expectativas de sus trabajadores.
Para atraer y retener talento, las empresas deben esforzarse en construir una cultura corporativa que se alinee con los valores y expectativas de sus trabajadores. Deben promover el equilibrio entre trabajo y vida personal.
Además, las empresas deben invertir en el desarrollo personal y profesional de sus empleados.
El cuidado personal y el bienestar familiar como prioridades
Uno de los aspectos más importantes para esta nueva generación de trabajadores es el valor que le dan al cuidado personal y al bienestar familiar. Esta apreciación va mucho más allá del simple hecho de desear tener tiempo libre. Las nuevas generaciones entienden que para tener una vida profesional plena y productiva, es necesario tener una vida personal y familiar saludable y enriquecedora. Ven el cuidado personal y el bienestar familiar no como lujos, sino como necesidades fundamentales.
Las empresas, en respuesta a esto, deben demostrar que comprenden y valoran estos aspectos de la vida de sus empleados. Esto significa ofrecer soluciones y servicios que aborden directamente estas necesidades.
Las nuevas generaciones no solo desean tener tiempo para pasar con sus familias, sino que también buscan el apoyo de sus empresas para hacer frente a los retos que implica la vida familiar.
La premisa esencial es que un empleado que siente que su empresa entiende y apoya sus desafíos personales y familiares, será un empleado más comprometido y productivo.
Es importante subrayar que estos no son meros incentivos o beneficios adicionales. Son parte integral de una nueva filosofía de trabajo que reconoce que los empleados son seres humanos con vidas complejas y ricas fuera del trabajo. Las empresas que puedan adoptar y promover esta filosofía no sólo atraerán y retendrán a los mejores talentos, sino que también serán vistos como líderes en la evolución del mundo laboral.